Wednesday, April 18, 2007

El silencio de los monopolios

Las grandes compañias no pagan sus impuestos y nosotros ni nos enteramos.... como esas compañias tambien son dueñas de la prensa

Nuestros Columnistas

Bajo el reflector/Arturo Solís


El silencio de los monopolios



Aunque en otro país sería un escándalo que provocaría juicios y cárcel a funcionarios, en México no pasó nada, además de que trivializando el descomunal saqueo, en lo general la prensa ocultó la información, como si lo ocurrido no mereciera que nos enteraran a los mexicanos.

Y es que de acuerdo con datos de la Auditoría Superior de la Federación, en el año 2005 no pagaron impuestos por un total de 105 mil millones de pesos, 16 poderosas empresas mexicanas entre las que se encuentran Wal Mart, Grupo México, Bimbo, Teléfonos de México, los dos consorcios de televisión, Televisa y TV Azteca, el periódico Excelsior, Cementos Mexicanos, Kimberly Clark, Industrias Monterrey y Modelo de México.

La deuda tributaria conjunta de estos monopolios asciende al 55.7 de sus utilidades conjuntas en el 2006, así que no se entiende que un año antes bajo la presidencia de Vicente Fox, los amenazara una hecatombe, que podría barrer con sus privilegios.

¿A poco alguien cree que Teléfonos de México, propiedad del segundo hombre más rico del mundo requería para lograrlo no pagar 17 mil 714.7 millones de pesos, los que se enviaron al renglón de ''impuestos diferidos''?.

¿O que Cemex, a punto de convertirse en el principal productor de cemento del mundo necesitaba colocar entre sus pasivos 27 mil 769.9 millones de pesos en impuestos no pagados?.

Wal Mart difirió 5 mil 714.7 millones de pesos, y Kimberly Clark mil 917.1.

Ahora sí que con estos privilegios de que han gozado los que verdaderamente gobiernan nuestro país, se entiende el apoyo al candidato de la derecha utilizando todos los artilugios por parte de este grupo de privilegiados; y en lo particular se entiende el vacío de los grandes consorcios de televisión respecto al principal candidato opositor “perdedor”.

Se comprende que el costo de ese apoyo fue no pagar impuestos por mil 488.7 por parte de Televisa, y TV Azteca declarar ese ejercicio fiscal en ceros.

Lo que estaba en juego en las elecciones de 2006 era la protección de sus intereses, de privilegios, de continuar “comiéndose” un pedazo de país a costa de los más pobres, que amenazaban con hacer naufragar este cuerno de la abundancia en que ellos lo han convertido.

Y como no tienen saciedad y creen que los mexicanos más pobres aguantarán más apretones al cinturón, ahora al unísono con el presidente de la República insisten en la urgencia de las reformas estructurales, entre las que se encuentra la reforma fiscal y energética porque nos dicen, “no hay dinero”.

¿Alguien les puede creer, cuando 16 super poderosos de nuestro país difieren sus impuestos, y el gobierno lo permite?.

No todos creen que ese sea el camino para salir del subdesarrollo, y por citar un ejemplo Francois Bourguignon, vicepresidente del Banco Mundial declaró al periódico La Jornada que ‘las elites que tienen capturada la actividad económica en México son una de las causas de que la inequidad en el país sea extendida. "Los monopolios rompen la posibilidad de desarrollo" y de un crecimiento con mayor igualdad, (dijo) en referencia específica al caso mexicano.’

Para el funcionario, esas elites "desaceleran el crecimiento y generan más desigualdad".

Pero la voz de alarma no sólo proviene del sector financiero mundial. Otro ejemplo lo constituye la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) quien advierte que "La fuente de estos nuevos problemas debe buscarse en parte en la menor intervención del Estado, en campos tales como la inversión pública en infraestructura".

Y precisa el organismo que ante el afán privatizador “de lo que encuentren” lo que se requiere es una política económica contraria, pues "para superar los nuevos obstáculos es posible que se requiera una participación mayor y mejor del Estado, y no lo contrario".

Por supuesto que los que llegaron al poder bajo la égida del continuado neoliberalismo que impulsó en su momento Miguel de la Madrid, que se lleva a cabo privatizando todo lo que le pertenece llegando a una situación como la que vivimos actualmente, en donde el Estado ya no manda, pues lo hacen las compañías.

Y así sucede en el caso de las poderosas empresas informativas que continuarán ocultándonos valiosa información como la difundida por la Auditoría Superior de la Federación, que si todos la conocieran, podría ayudarnos a razonar sobre nuestro país, y el futuro al que nos están delegando de simple sostén económico de los monopolios, empobreciendo cada vez más a la mayoría de los mexicanos, o de unirnos a los millones que abandonan el país en busca de encontrar en otro, lo que en el nuestro se les niega.

Por lo menos eso es lo que piensa el Banco mundial, que en un informe asegura que entre 2000 y 2005, salieron del país dos millones de personas, lo que nos convierte en el mayor expulsor de personas en el planeta.

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